Una colombiana en Australia: Mt. Baw Baw

Hola a todos! 

Quiero comenzar confesando algo: es la primera vez que salgo del país. Lo digo, porque cualquier cosa que hago acá me sorprende jajajaja. Es increíble como los ojos de uno se abren cuando sale y conoce nuevas culturas, y cómo tantos sueños que uno tiene se vuelven realidad. 

Uno de esos sueños míos era conocer la nieve. En Colombia no cae nieve, y si cae, es en los nevados, lejos de donde yo vivo. Con mis compañeras de apartamento decíamos que sería super bueno organizar un plan para irnos a conocer la nieve, pero no sabíamos dónde empezar. Aprovechando el invierno acá en Australia y que los lugares donde cae nieve quedan a solo unas horas de acá, decidimos acudir a un amigo nuestro que tiene una agencia de viajes. Él nos ayudó a organizar el tan añorado viaje a la nieve. Muchas cancelamos planes, conseguimos reemplazos en el trabajo, nos pusimos en la labor de averiguar todo bien y nos montamos a una van un domingo muy temprano en la mañana. 






Confieso que ese no fue mi mejor día, ya que no estaba emocionalmente dispuesta, pero hice todo lo posible por disfrutarlo al máximo. Dormí la mayoría del viaje, ya que la noche anterior no dormí nada, y cuando llegamos ni me di cuenta que ya estábamos en la nieve. Mi emoción no fue normal! Creo que atraje la miradas de varios australianos que ven este viaje como algo normal. Por motivos de presupuesto, decidimos no esquiar sino hacer algo que aquí llaman "tobogging", más conocido en el resto del mundo como lanzarse de un trineo. Eso lo alquilamos, junto con las botas y los pantalones para la nieve. 



Todo el día estuvimos compartiendo risas y momentos increíbles con niños pequeños que sentían la misma emoción que nosotras al lanzarnos de una montaña. Que experiencia tan increíble! en mucho tiempo no me había reído de esa manera. Realmente sentí que todo lo que me estaba pasando, todo lo malo que sentía se fue por unas buenas horas, solo para traer paso a una increíble alegría. Fue volver a ser una niña, disfrutar, reir, ensuciarme, quemarme con el hielo... de todo.



Volvimos a tomar camino a casa tipo 4 pm, cuando el sol empezó a bajar, lo mismo que la temperatura. Otro camino en el cual quedé completamente dormida (como se pueden dar cuenta, el carro es el perfecto somnífero para mi). Llegamos tipo 7 pm a casa, todas absolutamente agotadas, felices, con dolor de abdomen de tanto reír y disfrutar.

Si tienen la oportunidad de ir, les recomiendo que lo hagan, que disfruten, que aprovechen el momento, que vivan su vida. Todo se trata de crear memorias.

Besos!

Nat. 


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